Por JOSÉ LUIS BALBÍN.     José Luis Balbín

En alguna ocasión he comentado que una de las cosas que más agradezco a mi profesión es la posibilidad que me ha brindado de conocer a personas verdaderamente excepcionales. Julio Anguita es una de ellas.

Conocí a Julio allá por los 70 recién regresado de mi periplo periodístico por el extranjero. Cuando  comenzó a emitirse La Clave y siendo ya alcalde de Córdoba  participó en varios de los debates, uno de ellos “Balance de los Municipios de izquierdas” tuvo gran repercusión mediática como  ya hemos contado aquí en alguna ocasión. Años después de acabar el programa, regresé a TVE con una serie  biográfica  titulada “Las Claves de…” y una de las primeras personas a las que llamé fue  a Julio que, con la generosidad que le caracterizaba, me brindó una de las entrevistas más interesantes que recuerdo al contarme  aspectos de su vida inéditos hasta entonces. Poco después, cuando fundé el semanario de papel La Clave, se convirtió en colaborador habitual y durante los 8 años que duró aquélla apasionante aventura, fue dejando  a través de sus artículos y con aguda precisión su análisis sobre la vida política de este país. Quiero decir con esto, que mi relación con Julio viene de lejos y ha sido fructífera y enriquecedora.

Julio Anguita fue un político culto, reflexivo, dialogante, honesto y congruente (renunció a su pensión de diputado). Un “rara avis” en el pantanoso mundo de la política; un espejo en el que deberían mirarse alguno de los de ahora. Su discurso, ideologías aparte, transmitía credibilidad. Tratarle además en el plano privado fue  descubrir a un hombre íntegro, para quien la palabra dada tenía valor de Ley, un gran conversador del que mi madre, que de roja no tenía nada, quedó prendada cuando en una ocasión la llevé a una comida que tenía con él en Córdoba.

Julio Anguita, ya ocupa por derecho propio un lugar de honor en la reciente historia de nuestro país por su compromiso social y sobre todo por su honradez y ejemplo de coherencia, características principales que debe tener un político para que su discurso sea fiable.

Te echaré de menos amigo.

Os dejo la entrevista que le hice en el 98 donde realiza un recorrido por su vida personal y política. Además, en la sección “Opinión” podéis leer un interesante artículo que escribió para esta Web el pasado año titulado “El bipartito resiste”. (https://joseluisbalbin.es/el-bipartito-resiste