Fecha de emisión:

  • 10 de junio de 1978

Película:

  • «Ángeles sin Paraíso» («A Child is Waiting»), película norteamericana de 1963, dirigida por John Cassavetes (1929-1989), protagonizada por Burt Lancaster (1913-1994) y Judy Garland (1922-1969)
  • Cuenta la historia de una profesora de música en un colegio infantil para deficientes mentales. Allí conoce a  un niño con problemas al que sus padres no visitan desde hace años. La mujer se ocupará de él a pesar de que al director del centro no le parece bien

Invitados:

  • Olof Magne, sueco, miembro de la Asociación Internacional de Educación Especial del país escandinavo
  • José Ignacio Eguía Careaga, presidente del Servicio Internacional de Información sobre Subnormales
  • Víctor Pastor, padre de un niño con síndrome de Down
  • Jorge Jordana de Pozas y Fuentes, presidente de la Federación Española de Asociaciones Pro Subnormales
  • Alfredo Fierro Bardají (1936), profesor universitario, escritor y director de Publicaciones de la Federación Española de Asociaciones Pro Subnormales
  • Jaime Campos Castelló (1940-2015), neurólogo infantil, jefe del Servicio de Neurología Infantil del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, autor de numerosas publicaciones y artículos, cursos y ponencias.
  • Eugenia Celada Arcocha (-2018), miembro de las comisiones de Educación Especial del Pozo-Entrevías y Orcasitas

Coloquio sobre la subnormalidad. No se lleven las manos a la cabeza. Este término se eligió para designar a este colectivo de personas, para dotarles de cierta dignidad. Hasta los años 60 del siglo pasado, a las personas con discapacidad intelectual se las denominaba con todo tipo de términos entre la gente común, como tontos o locos. En términos médicos oficiales, podían ser «cretinos» (por la enfermedad del cretinismo), «oligofrénicos» o «idiotas» (para los casos más profundos), o el más genérico «retrasados mentales».

En las familias que tenían un miembro de estas características, lo más habitual era asumir esta condición con vergüenza. A partir de la década de los sesenta, empezó un movimiento destinado a eliminar los estigmas de estas personas. Se dio forma a multitud de asociaciones e iniciativas para defender sus intereses. Y en este proceso se eligió «subnormal», para designar a estas personas que estaban por debajo de la norma. Obviamente, la intención no era insultar, pero no pasó mucho tiempo hasta que se tomó como insulto.

Desde luego, hoy en día es imposible pensar en plantear un programa de estas características sin que alguno se rasgue las vestiduras. Es más sencillo no hablar del tema y así, nadie se puede ofender. De esta manera, se vuelve a estigmatizar a un colectivo muy numeroso.