Fecha de emisión:

  • 3 de noviembre de 1979.

Película:

  • «¡Aquí hay petróleo!», película de nacionalidad española de 1955. Dirigida por Rafael J. Salvia (1915-1976). Interpretada entre otros, por Manolo Morán (1905-1967), José Luis Ozores (1923-1968) y María Rivas (1931-2013). Guión de Rafael J. Salvia, Pedro Masó. Historia: Pedro Chamorro, Pedro Masó. Fotografía de Eloy Mella (B&W) y música de Salvador Ruiz de LunaProducida por Asturias Films, Chamartín.
  • Se estrenó el 12 de enero de 1956 (Barcelona), 4 de mayo de dicho año en Madrid.
  • La vida rural y sus habitantes en un pueblo de La Mancha. Castilviejo lleva muchos años muriéndose de sed. Tiene muy cerca un gran pantano, pero es tanto como no tener nada, pues sus aguas no llegan hasta allí. De pronto, unos americanos que dicen ser expertos en prospecciones petrolíferas caen por aquellas tierras asegurando que hay petróleo. Estas parcelas son propiedad de don Zoilo Mendoza quien, ante la evidencia del tesoro que encierra su subsuelo, se pone en manos de Don Fausto, uno de los ricos del pueblo, para que decida. El veredicto de Don Fausto es este: nada para los americanos, porque lo que hay en las tierras de Zoilo vale más que el petróleo, es agua para Castilviejo.

Invitados:

  • Enrique Sánchez de León Pérez (1934), Presidente de CAMPSA. Político, Ministro de Santidad y Seguridad Social.
  • Guido  Brunner (1930-1997), Comisario para la Energía CEE. Diplomático y político. Embajador de Alemania en España.
  • Enrique Vázquez Domínguez, Periodista. Jefatura de Relaciones Internacionales de TVE.
  • Carlos Bustelo García del Real (1936), Ministro de Industria y Energía. Director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional.
  • Youcef Yousfi (1941), Director General de SONATRACH (Argelia). Primer Ministro de Argelia.
  • Louis  Wesseling, Ex-Director de SHELL (Holanda).

Una comedia sobre la vida rural, jugando con la noticia de la época que indicaba que se había encontrado petróleo en un pueblo de Burgos. Se pone en evidencia la diferencia entre una tradición no exenta de picaresca y letargo, así como un progreso que parece agarrarse a la afilada emoción del materialismo.

El rodaje se realizó en la localidad segoviana de Turégano recreando dicho pueblo castellano castigado por la sequía que recibe la visita de una empresa americana dispuesta a sondear el terreno porque cree que puede haber petróleo. España se suma a la fiebre del oro negro que ha poblado tantas películas norteamericana.