POR  JULIA MESONERO

 

Viajar por Asturias es hacer un recorrido por lo más parecido al Paraíso. No en vano, es el slogan que acertadísimamente  se ha elegido para definir  a ésta privilegiada región de España.

Su microclima, responsable de la variedad de tonalidades verdes que observamos en su paisaje,  su aire limpio,  la riquísima gastronomía elaborada con productos locales  y la manera  afable  con que los asturianos reciben al visitante, hacen de ésta “Tierra verde y preciosa” (Elvira Fernández dixit) uno de  lugares atractivos de nuestro País,  donde siempre apetece volver.

A unos veinte  minutos de Avilés, treinta de Oviedo y cuarenta de Gijón,  se encuentra San Román de Candamo, un reducto del Paraíso asturiano que  obsequia  a quien aparece por allí,  con  dos sorprendentes hallazgos:  La Cueva de la Peña de Candamo  que, descubierta científicamente en 1914 dejó al descubierto una  importante muestra de arte rupestre  del Paleolítico, y  El Llar de Viri, un acogedor restaurante familiar al que su propietaria  Elvira Fernández Viri”,  gusta llamar “Casa de comidas”.

Nada más traspasar la  pequeña puerta de acceso al establecimiento,  uno queda gratamente atrapado por el cálido ambiente que se respira; la personalísima  decoración, el olor a  leña quemada  y  guisos cociendo a fuego lento que desprende el llar,  el cordial recibimiento de Viri y Daniel que  junto a Majo , forman un  equipo perfecto…. Todo es armonía, aunque lo mejor aún esté  por llegar, que es sentarse a degustar cualquiera de los suculentos platos que ofrece su carta, todos ellos cocinados con productos locales  y a la antigua usanza.

Desde que Elvira Fernández,  alma máter del Llar  comenzara a dar comidas   hace ya más de veinte años, no ha parado de  “investigar hacia atrás” en  la gastronomía asturiana con el loable  afán de  recuperar  platos tradicionales y casi olvidados,  como por ejemplo  el  pote de castañas, lo  que no le ha  impedido  mirar también hacia adelante  y crear  otros  nuevos como el cachopo de setas  (una verdadera exquisitez)  y además,  rascando tiempo al  tiempo, impartir  talleres,  viajar  allí donde hay una Feria gastronómica  interesante,  e incluso crear  y organizar las cenas literarias de “Letras guisadas”.

En 2013 se alzó con el  premio  a  la  “Mejor fabada del mundo” en el concurso que cada año y con gran expectación se celebra en Villaviciosa. Es miembro activo del Club de Guisanderas de Asturias y del Movimiento Slow Food Km. 0. El pasado año la Guía Michelín incluyó al Llar de Viri  en la lista de sus  recomendaciones de establecimientos Bib Gourmand en base a su excelente relación calidad-precio.

Recomendar el Llar de Viri como cita  ineludible  para quienes viajen a Asturias es de ésos afectos gastronómicos y personales que apetece compartir. Para  mí lo es.

Aviso a navegantes: Conviene reservar. En ésta “Casa de comidas” se da prioridad a la calidad del servicio por encima de la cantidad de clientes. (http://www.llardeviri.eu)